Investigación del Instituto Mixto de Biodiversidad del CSIC-Univ. de Oviedo-Principado de Asturias, y del ITACyL
Conclusiones del trabajo:
La protección total de las poblaciones de lobos ibéricos y la respuesta de los pastores, que aumentan el número de perros guardianes para proteger sus rebaños, lo que también contribuye indirectamente a la conservación del lobo, imponen costes económicos, medioambientales y sociales al pastoreo.
La presencia de lobos en los pastos dificulta que los pastores reduzcan el tiempo que dedican a vigilar sus rebaños, lo que supone una de las principales cargas de la profesión. El aumento de la población de lobos en España ciertamente no contribuye a la sostenibilidad del pastoreo tradicional.
Los mastines son el principal elemento disuasorio contra la depredación de los lobos, pero conllevan mayores costes económicos y medioambientales y tienen un mayor potencial de conflicto social debido a su tamaño y comportamiento de guardia. Reconocer estas diferencias es esencial para diseñar programas de apoyo específicos dentro de las políticas de protección del pastoreo tradicional.
Para que la política de la UE de convertir a los pastores de productores de bienes de consumo en gestores del medio ambiente natural tenga éxito, se debe consultar a los pastores y compensarlos por los servicios ecosistémicos que prestan a la sociedad y al medio ambiente. De lo contrario, el pastoreo en Europa, tal y como lo conocemos hoy en día, tiene un futuro sombrío.
